El Silencio

La verdad está entre el espacio de las palabras... las palabras no son la verdad.

Un joven inquieto se presentó a un sacerdote y le dijo: -'Busco a Dios' El reverendo le echó un sermón, que el joven escuchó con paciencia. Acabado el sermón, el joven marchó triste en busca del obispo-'Busco a Dios', le dijo llorando al obispo.

Monseñor le leyó una pastoral que acababa de publicar en el boletín de la diócesis y el joven oyó la pastoral con gran cortesía, pero al acabar la lectura se fue angustiado al papa a pedirle:-'Busco a Dios'.

Su santidad se dispuso a resumirle su última encíclica, pero el joven rompió en sollozos sin poder contener la angustia.-'¿Por qué lloras?', le preguntó el papa totalmente desconcertado.-'Busco a Dios y me dan palabras' dijo el joven apenas pudo recuperarse.

Aquella noche, el sacerdote, el obispo y el papa tuvieron un mismo sueño. Soñaron que morían de sed y que alguien trataba de aliviarles con un largo discurso sobre el agua.

Las palabras al igual que los pensamientos siempre son: "acerca de" solo sirven para indicar un punto, el dedo que apunta a la luna no es la luna...

Poesía Mística